Pasamos 6 días en la capital de Laos, Vientiane. Los primeros 3 días descubrimos muchos de los atractivos de la ciudad, y el resto nos los tomamos de descanso para reponer fuerzas, ya que el siguiente destino era Pakse donde haríamos la famosa ruta en moto del Bolaven Plateau.
La ciudad de Pakse es la mayor localidad de la provincia de Champasak. Es popular por las plantaciones de café y por albergar las ruinas del complejo de templos del Imperio Jemer, el Vat Phou, que recuerdan a los famosos templos de Angkor en Camboya. El Hotel Paksé, fue nuestro alojamiento en la ciudad.
Cómo llegar a Pakse desde Vientiane
Desde Vientiane cogimos un autobús hasta Pakse. Los autobuses que van hasta Pakse, y a ciudades como Kong Lor, Thakek entre otras, parten desde la South Bus Station. La manera más barata de llegar es coger los autobuses locales número 23 y 29. Una de las paradas se encuentra a un lado de Patuxai. El trayecto es de unos 40 minutos y el billete cuesta 4.000 kips por persona (alrededor de unos 0,40€).
Los autobuses tienen bastante frecuencia durante todo el día, y los billetes se compran el mismo día. El trayecto es de unas 12 horas, que serían muchas menos si no hiciera tantas paradas. El precio del billete fue de 110.000 kips por persona (unos 11€).
Una vez en la estación de autobuses de Pakse, fuimos en tuk tuk compartido por 20.000 kips cada uno, unos 2€, hasta nuestro hotel. Hay menos de 10 minutos de distancia desde la estación hasta el Hotel Pakse.
El Hotel y su situación
El Hotel Pakse está ubicado en un edificio histórico que data del año 1962. Tiene un aire colonial y ha sido renovado en varias ocasiones para modernizarse. Ofrece distintos tipos de habitaciones, dobles, deluxe, familiares y suites. El ambiente es relajado y tranquilo, y es un lugar agradable donde alojarse.
La localización del alojamiento es perfecta, ya que se encuentra en el centro de la ciudad, a tan solo 3 kilómetros del aeropuerto. Justo delante está el mercado local y un centro comercial, además de tiendas de alquiler de motos y bicicletas, agencias de viajes donde comprar los billetes de autobús o contratar tours y excursiones, casas de cambio de divisas entre otras.
Para comer tampoco es un problema, ya que por los alrededores del hotel hay varios restaurantes que ofrecen comida tradicional y occidental, y también podrás encontrar varios puesto de comida en la calle. Algunos de los atractivos de la ciudad como el Wat Luang y el río Mekong están a menos de 10 minutos a pie desde el hotel.
La habitación
La habitación era espaciosa y luminosa, gracias al gran ventanal por donde entraba la luz natural durante todo el día, y que tenía unas preciosas vistas a la ciudad. Al entrar nos encontramos con un pequeño escritorio, y un mueble con la televisión y una mini nevera con aguas de bienvenida.
Al otro lado había una pequeña mesita para dejar el equipaje, unas estanterías donde había una tetera, cafés y tés, y un amplio armario. Debajo de la ventana, había una zona con dos sillas y una pequeña mesa ideal para sentarte a leer mientras te tomas un café.
La cama era grande y muy cómoda, con dos almohadas para escoger. La cabecera era un mueble donde había una lamparita de noche, el teléfono y algunos enchufes. Además, había espacio para dejar alguna botella de agua, el móvil y los cargadores. El lavabo, acorde con la habitación. Era amplio, con varios amenities, que reponían a diario, y para los jabones habían distintos dispensadores. El agua salía a nuestro gusto, y nos pudimos dar un baño relajante en la bañera.
Servicios que ofrece el Hotel Paksé
El hotel ofrece un variado y buenísimo desayuno buffet de 6 a 10 de la mañana muy completo. Como plato principal puedes escoger entre huevos fritos, revueltos y tortilla o sopa de noodles. Además de lo básico, como pan con mantequilla y mermelada, hay fruta, pancakes con miel, rollitos de verduras, ensalada, algo de carne, diferentes bizcochos, varias clases de cereales, yogur natural, café, leche, zumo y agua. El desayuno se sirve en la primera planta, donde también se encuentra la recepción y el hall del alojamiento.
En la azotea del hotel está el restaurante al aire libre, el Le Panorama, que tiene unas vistas 360º a Pakse. Ofrecen comida tradicional asiática y occidental, además de poder tomarte algunos de los refrecantes cócteles aprovechando la happy hour de 17 a 18 de la tarde todos los días.
Para que no tengas que preocuparte de nada durante tu estancia el Hotel Pakse tiene una agencia de viajes. A nosotros nos informaron con detalle sobre la ruta del Bolaven Plateau, y además se preocuparon de alquilarnos una moto y hacernos descuento en el precio. También compramos los billetes de autobús para ir a las 4.000 islas, que después de comparar el precio con otras agencias de la ciudad era la que ofrecía un mejor precio.
También dispone de una gran sala con capacidad para 200 personas, ideal para celebrar distintos eventos, y dispone de una pequeña tienda de souvenirs con productos de la zona. El wifi funcionaba perfectamente en todo el hotel.
¿Recomendamos este hotel en Pakse?
¡Por supuesto! Por su ambiente agradable, sus acogedoras y cómodas instalaciones, su ubicación perfecta para moverte por la ciudad y empezar la ruta en moto del Bolaven Plateau, y sobretodo por su personal, en especial a Julien, que se preocupó en todo momento por nosotros. Sin duda, un hotel que te recomendamos si viajas a Pakse.
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