Campos de Concentración de Auschwitz

El segundo día de nuestro viaje a Cracovia, lo dedicamos a conocer los Campos de concentración de Auschwitz, la visita más dura que hicimos en toda nuestra ruta por Europa de 7 meses, pero también la más importante que ver en Cracovia. Auschwitz fue el lugar donde se cometió el crimen más grande de la historia de la humanidad.

Los campos de concentración de Auschwitz se encuentran a 70 kilómetros al oeste de Cracovia, en la localidad de Oświęcim, ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, y rebautizada con el nombre de Auschwitz, donde crearon el mayor centro de exterminio nazi de la historia.

Auschwitz es un complejo de campos formados por Auschwitz I, el campo base, Auschwitz II – Birkenau, el campo de exterminio conocido como la Solución Final y donde murieron más de 1 millón de personas, Auschwitz III – Monowitz, campo de trabajo para las compañías químicas de IG Farben, y 45 campos satélite más.

Auschwitz en la actualidad es un museo (Museo Estatal Auschwitz-Birkenau) que se fundó en el año 1947, y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 1979, siendo el lugar más representativo del Holocausto.

Campos de concentración de Auschwitz

En el año 1939, cuando las tropas alemanas ocuparon Polonia, la ciudad de Oświęcim y sus pueblos cercanos fueron incorporados al III Reich. Fue entonces cuando los nazis cambiaron el nombre de Oświęcim por el de Auschwitz. A finales del mismo año, surgió la idea de crear un campo de concentración como alternativa a las abarrotadas cárceles, ya que no podían meter a más prisioneros a causa de la enorme cantidad de arrestos por parte de los alemanes. Además, escogieron esta localización por que era uno de los puntos ferroviarios más importantes, y garantizaba facilidades en el transporte.

Bloques del Campo de Concentración Auschwitz I
Bloques del Campo de Concentración Auschwitz I. Fuente: Pixabay

El Campo de Concentración de Auschwitz I fue creado en el año 1940 y duró hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945. En un principio estaba destinado a prisioneros políticos polacos, pero con el tiempo se convirtió en el centro internacional de exterminio masivo, donde los nazis empezaron a traer a personas de toda Europa, en su gran mayoría judíos, pero también prisioneros de guerra soviéticos, intelectuales, miembros de la resistencia, homosexuales y gitanos.

Durante todo el día no paraban de llegar trenes a Auschwitz cargados de prisioneros, casi todos ellos engañados con falsas promesas de “una nueva vida” con puestos de trabajo inexistentes y viviendas, por eso les hacían llevar con ellos todas sus pertenencias más valiosas. Pasaban largos días, incluso semanas encerrados en vagones de mercancía sin ventilación, sin comida y con unas condiciones inhumanas hasta llegar al campo, lo que hacía que muchos de ellos murieran durante el trayecto, y otros llegaban exhaustos y agonizando. Todos los que sobrevivían tenían que pasar un filtro. Los que consideraban aptos para trabajar, los enviaban al campo Auschwitz I, mientras que los más débiles y por tanto, no aptos, iban directamente a las cámaras de gas de Auschwitz II – Birkenau. La mayoría de niños menores de 16 años los exterminaban nada más al llegar, y a los que dejaban provisionalmente con vida, los trataban igual que a los adultos. Otros deportados eran utilizados como “ratas de laboratorio” para hacer experimentos médicos con ellos.

Campos de Concentración de Auschwitz - Birkenau
Campos de Concentración de Auschwitz – Birkenau. Fuente: Pixabay

La masificación de presos llegó a tal magnitud, que en el año 1941 empezó la construcción del segundo campo, Auschwitz II – Birkenau, y un año más tarde, en 1942, tendría lugar la construcción de un tercer campo, el de Auschwitz III – Monowitz, creando además una red de campos alrededor de éste.

Auschwitz I

Auschwitz I era un cuartel abandonado del ejército polaco, y en abril del año 1940 se creó el campo de concentración. Se nombró comandante del campo a Rudolf Höss y los primeros deportados empezaron a llegar el 14 de junio del mismo año.

Antes de empezar tu visita por el campo de Auschwitz I, es recomendable ver el documental de unos 15 minutos que proyectan en una pequeña sala de cine, sobre los primeros momentos después de la liberación de Auschwitz en el año 1945.

Después de ver en documental, cruzando la entrada principal bajo el irónico y malicioso lema “Arbeit macht frei” (el trabajo hace libre), se encuentran una serie de bloques que antiguamente ocupaban los presos, y que a día de hoy algunos de los más importantes albergan distintas salas con exposiciones fotográficas realizadas por los propios SS, relatando de manera gráfica la espantosa crueldad diaria que se vivió aquellos años. Además de muchas fotografías, también pudimos ver documentos donde aparecían los registros de las personas que llegaban al campo, al igual que los registros con las horas de las miles de muertes.

Entrada principal con el lema “Arbeit macht frei”, Campo de Concentración Auschwitz I
Entrada principal con el lema “Arbeit macht frei”, Campo de Concentración Auschwitz I. Fuente: Pixabay

La exposición permanente se reparte entre los bloques 4, 5, 6, 7 y 11, aunque también hay otros bloques con exposiciones temporales y espacios que se pueden visitar, donde podrás ver las celdas y otras instalaciones para los presos. En las salas de los bloques del 4 al 7 se muestran objetos personales de todo tipo que los presos traían consigo, como ropa, gafas, cepillos, zapatos, maletas con nombres y direcciones, e incluso en una de ellas, se pueden ver hasta más de 7.000 kilos de cabello, el mismo que habían rapado a las mujeres para venderlo a las fábricas textiles y producir telas. También una pequeña vitrina con gas Zyklon B, con el que mataron a cientos de miles de personas. Solamente utilizando entre 5 y 7 kilos de Zyklon B podían matar hasta 2.000 personas. Entre los años 1942 y 1943, llegaron a utilizar hasta 20.000 kilos de este gas. Realmente estremecedor.

Además de las exposiciones, en Auschwitz I encontrarás otros lugares relevantes como la cámara de gas y el crematorio, el único que había en este campo. Un lugar aterrador donde, entre los años 1941 y 1942, fueron asesinados prisioneros de guerra soviéticos y los judíos procedentes de los guetos creados por los nazis en Silesia. A pocos metros se encuentra la horca donde fue ejecutado el primer comandante de Auschwitz, Rudolf Höss.

Campo de Concentración Auschwitz I
Campo de Concentración Auschwitz I. Fuente: Pixabay

Otro de los lugares más atroces era el Bloque 11 conocido como el “Bloque de la Muerte”. Estaba separado del resto del campo y en su patio, los SS aplicaban castigos como el apaleamiento y la suspensión. Lo curioso de este edificio es que todas las ventanas están tapiadas para que desde dentro nadie pudiera ver lo que ocurría en ese patio. En la pared, fusilaban a todos los prisioneros después de un juicio sin sentido, que no servía absolutamente para nada, ya que el final iba a ser el mismo. En el subsuelo se encontraba la prisión, conservada actualmente como parte del museo de Auschwitz. Aquí se pueden ver minúsculas celdas en las que metían a varias personas a la vez y muchos morían ahogados y otros por falta de comida y bebida .

Gracias a las fotografías y vídeos del museo, podemos hacernos una idea de las terribles condiciones de trabajo que habían de soportar y la vida en general en Auschwitz.

Auschwitz II – Birkenau, la “Solución Final”

Auschwitz II – Birkenau fue el segundo campo de concentración y se construyó en 1941, situado a 3 kilómetros del campo base. Era conocido como la “Solución Final” y como deja claro su nombre, su única función era la de exterminar a todo aquel que entraba allí. Dicho en otras palabras, los nazis habían creado una fábrica de matar seres humanos. El día de llegada, el jefe del Campo les avisaba: “Aquí se entra por la puerta y se sale por la chimenea del crematorio”. No había otra opción.

Los nazis construyeron 4 cámaras de gas y salas con hornos crematorios con capacidad de hasta 2.500 personas. Muchas veces, cuando llegaban los trenes cargados de deportados y pasaban el filtro creyendo que eran válidos para el trabajo, los SS se los llevaban a todos a un vestidor enorme donde les hacían quitar toda la ropa, anillos, pendientes, cadenas, cualquier cosa de valor, “invitándoles” a ducharse y que se desinfectaran. Una trampa mortal sin salida. Por esas duchas nunca corrió agua. Los SS se encargaban de cerrar herméticamente todas las puertas y empezaba a salir por los conductos el famoso gas Zyklon B. En cuestión de 15 minutos exterminaban a 2.000 personas de una sola vez.

Vías del tren del Campo de Concentración de Auschwitz II – Birkenau. Fuente: Pixabay

Después, los cuerpos pasaban al crematorio para incinerarlos y no dejar rastro. Por esas chimeneas salía humo las 24 horas del día. Los Sonderkomandos eran los prisioneros encargados de transportar los cadáveres de sus compañeros de un lugar a otro y meterlos en los crematorios. Si ponían algún impedimento, como castigo los siguientes que tenían que pasar por allí eran los familiares del preso y ellos mismos.

Los mismos nazis se encargaron de destruir las cámaras de gas, crematorios, etc, e intentar ocultar todas las pruebas del genocidio que habían cometido, para que las tropas soviéticas no vieran todo lo que habían hecho antes de la liberación de Auschwitz.

En Auschwitz II – Birkenau se conservan en su estado original 45 barracones de ladrillo y 22 de madera, accesibles para visitar, de los más de 300 que en su momento llegaron a habitar los prisioneros. En estos barracones dormían más del triple de personas de las que cabían.

Vagón del Campo de Concentración de Auschwitz II - Birkenau
Vagón del Campo de Concentración de Auschwitz II – Birkenau. Fuente: Pixabay

Los presos que trabajan limpiando las letrinas, eran considerados como los que “mejor” trabajo tenían. Los altos cargos no querían ni asomarse por aquí del insoportable hedor que hacía y porque era el principal lugar de focos de infección y enfermedades, por lo que eran los “menos” torturados. En invierno, también estaban resguardados de la nieve y del frío, y el resto de presos solo tenían 5 minutos para hacer sus necesidades dos veces al día.

En el campo encontrarás fotografías y paneles informativos, y al final de la plataforma de descarga podrás ver las ruinas de las cámaras de gas, donde se distingue la sala subterránea donde se desnudaban los condenados a muerte, además de los restos de los hornos crematorios. Entre los crematorios dos y tres, se construyó el monumento internacional de las víctimas del nacismo en Auschwitz, inaugurado en abril de 1967.

Barracones de Birkenau
Barracones de Birkenau. Fuente: Pixabay

Atrocidades humanas arrasan los campos que a día de hoy, todavía huelen a terror. Es inevitable andar y encontrarse a muchas personas con lágrimas en los ojos de la impotencia, posiblemente alguno de los visitantes judíos que nos cruzamos nosotros aquel día, eran familiares de alguno de aquellos torturados inocentes.

Podemos pensar e imaginarnos miles de cosas que pudieron ocurrir, ver documentales, películas y leer libros que hablen sobre las atroces y salvajes historias que pasaron aquí. Pero hasta que no llegas y te ves tú mismo en medio de ese campo, pisando y cruzando las vías por donde pasaban esos trenes cargados de miles de personas que llegaban no hace muchos años en un solo viaje de ida con destino a una terrible muerte, no es hasta ese entonces cuando una sensación de horror recorre tu cuerpo y empiezas a ser mínimamente consciente de las barbaries que muchísimas personas inocentes tuvieron que sufrir.

Entrada a Auschwitz

La entrada a Auschwitz es gratuita. Aunque puedes visitar los Campos de concentración de Auschwitz I y Auschwitz II – Birkenau por libre, te recomendamos esta visita guiada en español donde recorrerás los dos campos con un guía experto que te enseñará y explicará con detalle cómo era la vida en los mayores campos de exterminio de la historia nazi, donde asesinaron a más de 1 millón de personas.

¿Por qué te aconsejamos esta visita a Auschwitz en español? Porque nosotros lo hicimos por nuestra cuenta y nos perdimos mucha información, además de que tuvimos que esperar bastante rato porque desconocíamos que las visitas por libre solo son posibles a unas horas determinadas. Aunque tuvimos mucha suerte de poder entrar, nos dimos cuenta que la mejor opción era hacerlo con una visita guiada.

Campo de Concentración Birkenau
Campo de Concentración Birkenau. Fuente: Pixabay

Si quieras hacerlo por libre, debido al gran volumen de visitantes, para visitar Auschwitz I es necesario reservar con bastante antelación día y hora en su página web si no quieres quedarte sin poder entrar. Del 1 de abril al 31 de octubre no está permitida la entrada por libre (sin guía) a Auschwitz I entre las 10:00h de la mañana y las 15:00h de la tarde. De noviembre a marzo, entre las 10:ooh y 13:00h. Para visitar el campo de Auschwitz I dentro de cualquiera de estas franjas horarias, es obligatorio reservar una visita guiada, que puedes hacer en español.

Auschwitz I y Auschwitz II están conectados por un autobús gratuito que sale cada 10 minutos en temporada alta y cada 30 minutos en temporada baja. Al campo de Auschwitz II – Birkenau, sí que es posible entrar por libre a cualquier hora del día y sin reserva previa, pero está claro que para entender toda la historia, se han de visitar los dos campos.

La visita no es aconsejable para menores de 14 años, y tampoco está permitido entrar con mochilas, así que tendrás que dejarla en el guardarropía. Recuerda que si quieres visitarlo por tu cuenta, llegar pronto para poder verlo todo con total tranquilidad, por que es una visita de bastante horas.

Horarios de los Campos de Concentración de Auschwitz

Los campos de concentración de Auschwitz abren de lunes a domingo durante todo el año, y cierra el 1 de enero, el 25 de Diciembre, en Pascua y en algunos días especiales. Los horarios de visita varían dependiendo del mes:

  • Diciembre: de 07:30h a 14:00h
  • Enero y Noviembre: de 07:30h a 15:00h
  • Febrero: de 07:30h a 16:00h
  • Marzo y Octubre: de 07:30h a 17:00h
  • Abril, Mayo y Septiembre: 07:30h a 18:00h
  • Junio, Julio y Agosto: de 07:30h a 19:00h

Estos son los horarios para entrar, pero podrás estar en el museo de Auschwitz hasta 90 minutos después de la última hora de entrada. Por ejemplo, si vas en mayo, podrás estar en el museo hasta las 19:30h, o si vas en noviembre, hasta las 16:30h.

 

Cómo a llegar a Auschwitz

La distancia de Cracovia a Auschwitz es de unos 70 kilómetros. Si vas a hacer la visita por libre, el tren y el autobús son los medios de transporte más utilizados para llegar a los Campos de Concentración de Auschwitz. Otra de las maneras de llegar, es con una visita guiada a Auschwitz que te explicamos con más detalle en el siguiente apartado.

  • Tren: Para llegar en tren a Auschwitz desde Cracovia, debes tomarlo en la estación principal de Cracovia (Kraków Główny). Salen alrededor de 4 trenes diarios y llegan directamente en la estación de Oświęcim. El trayecto es de 1 hora y 45 minutos. Desde allí podrás ir en un autobús que te llevará hasta las puertas del Museo de Auschwitz, o ir caminando que no te llevará más de 30 minutos. El punto añadido que tiene ir en tren, es que se hace el mismo trayecto que hacían todas las personas que eran deportadas a los Campos de concentración de Auschwitz, aunque por aquel entonces esas vías llegaban hasta la misma zona de exterminio. En la actualidad, es un trayecto regular de tren que utiliza mucha gente para ir a trabajar y desplazarse habitualmente.
  • Autobús: Fue nuestra opción para llegar a los campos de concentración de Auschwitz. Parten desde la estación de autobuses Dworzec PKS, también situada en Kraków Główny, y te dejará directamente en la entrada del Museo de Auschwitz. El trayecto en autobús de Cracovia a Auschwitz es de 1 hora y 15 minutos y los billetes nos costaron alrededor de 6€ por persona ida y vuelta, y van acorde con el horario del Campo. Cuando fuimos nosotros, el último autobús de vuelta a Cracovia pasó 30 minutos después del cierre. Si vas de Cracovia a Auschwitz en autobús te aconsejamos ir pronto a la estación Dworzec PKS porque son minibuses de unas 20 plazas y se llenan muy rápido.
  • Visita a Auschwitz desde Varsovia: Si estás en la capital de Polonia, Varsovia, también puedes aprovechar para visitar los campos de concentración de Auschwitz con esta excursión con transporte y guía incluido.

 

Tour a Auschwitz en español

Los Campos de concentración de Auschwitz es la visita imprescindible que ver en Cracovia. Ahora mismo tenemos claro que cuando volvamos lo haremos con una visita guiada. No es lo mismo ir por tu cuenta con una pequeña guía que puedes comprar allí mismo como hicimos nosotros, que tener a una persona que te vaya explicando cada uno de los detalles e historia de cada lugar. Además hay muchos paneles informativos pero están todos en inglés, y si no entiendes muy bien el idioma, puede ser otro inconveniente.

La mejor manera de conocer el mayor y más terrorífico Campo de Concentración de la historia es con esta visita guiada en Auschwitz en español, tan bien valorada por miles de viajeros.

Este tour de 6 horas y media empieza en la Plaza Matejko, en el centro de Cracovia, donde un autobús privado te lleva hasta Auschwitz. Durante el trayecto se pasa un documental sobre los Campos de Concentración de Auschwitz. Una vez allí, la visita se divide en dos partes.

En la primera, se recorre Auschwitz I, las antiguas celdas de los presos y oficinas de las SS, donde hoy en día se exponen fotografías, documentos y objetos que muestran la crueldad del Tercer Reich. En la segunda parte, Auschwitz II-Birkenau se visitan los barracones, las letrinas, las vías del tren, los restos de los hornos crematorios y de las cámaras de gas que los Nazis destruyeron para ocultar lo que estaban haciendo antes de la liberación de Auschwitz. Además, vas a poder tomarte tu tiempo para hacer fotos y recorrer las salas y los campos sin prisas.

Documental sobre Auschwitz

Antes de visitar los Campos de concentración de Auschwitz, te recomendamos ver algunas películas como «El último tren a Auschwitz», «La lista de Schindler», «El diario de Ana Frank» o «El niño del pijama de rayas», entre otras. También te dejamos este interesante y completo documental sobre Auschwitz para que te vayas haciendo una pequeña idea de lo que vas a visitar:

 

 

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